El más reciente panfleto del Eln, y que circuló por redes sociales, donde se amenazaba con adelantar un paro armado en la zona del Magdalena Medio, dejó como efectos la cancelación del transporte fluvial de pasajeros y carga por el rio Magdalena.

La situación, que afecta a los departamentos de Santander y Bolívar, ha hecho que esta clase de operaciones hayan cesado de manera definitiva en municipios como Barrancabermeja, Cantagallo, San Pablo y Puerto Wilches. El tema ya empieza a ser crítico.

“Los chaluperos decidieron no trabajar, porque tiene miedo, por el paro armado del grupo guerrillero, muchas personas perdieron citas médicas y comerciales en Barrancabermeja”, dijo uno de los habitantes de la región a medios de comunicación locales.

Las operaciones fluviales en estos puntos están suspendidas desde el pasado martes, y por tiempo indefinido, más por el creciente temor entre los operarios de las empresas a que el grupo guerrillero tome represalias por el cumplimiento de su labor.